Para empezar, debes tener en cuenta la categoría de eficiencia energética de tu electrodoméstico. Los frigoríficos de bajo consumo consumen alrededor de 175 kW anuales, frente a los de baja eficiencia energética que consumen una media de 646 kW anuales, una diferencia considerable que se reflejará claramente en la factura de la luz.
Consejos para que tu nevera gaste menos
Si estás por comprar tu frigorífico, lo más recomendable es que busques uno con una eficiencia energética alta de la A a la C. Esto se traduce en que, aunque en principio sean un pelín más caros, su funcionamiento es mucho mejor, hacen que su consumo eléctrico sea menor y el impacto medioambiental también se reduce considerablemente.
Regula adecuadamente la temperatura para no forzar a que se sobrecargue. Lo ideal es que el interior tenga unos 5 ºC y el congelador alrededor de -18 ºC. Son los estándares energéticos para que los alimentos se conserven en óptimas condiciones y la factura no se dispare.
Planifica la ubicación de la nevera. Procura no ponerla cerca de alguna fuente de calor tales como el horno, la vitro o un radiador, ya que gastará más energía intentando mantener la temperatura idónea en su interior. Además, conviene que haya cierto espacio en la parte trasera para permitir su correcta ventilación.
No metas cosas calientes a la nevera. Espera a que se enfríen a temperatura ambiente, de otra forma estarías obligando a que subiera la temperatura a marchas forzadas para mantener el interior a esos 5ºC de manera uniforme. Además, puede provocar condensación, lo cual se traduce en escarcha en el interior e incluso se pueden crear bacterias y malos olores.
Sí, ya sabemos que los antojos están a la orden de día, pero intenta no estar abriendo la nevera cada dos minutos, ¿por qué? Pues muy sencillo. De nuevo obligas a tu electrodoméstico a elevar su potencia para mantener los alimentos a una temperatura estable. Lo mismo sucede si la dejas mucho tiempo abierta y debes revisar periódicamente las gomas para cerciorarte que las puertas cierren bien y no haya fugas de frío.
La higiene de tu frigorífico es básica para que funcione mejor y, por lo tanto, te permite ahorrar en consumo eléctrico. Hoy en día la mayoría son no frost, pero de no ser así, descongélalo frecuentemente, ya que el exceso de hielo actúa como aislante y no permite que los alimento se mantengan a la temperatura adecuada. A partir de 3 milímetros de escarcha, tu nevera consume hasta un 30% más de energía. Limpia la parte trasera para que pueda funcionar correctamente, quítale el polvo y ojo con el moho.
Si te vas de vacaciones, puede activar esta función que las neveras más modernas tienen, o mejor aún, déjalo limpio, vacío y desenchufado, especialmente si te vas a ausentar por un periodo de tiempo largo.
En Setalde disponemos de electrodomésticos, frigoríficos de bajo consumo eficientes, ¿quieres más información? estamos en:
Setalde Donostia: C/ Zabaleta nº30, 20002 San Sebastián
Setalde Eskoriatza: Paseo Torrebaso nº14A, 20540 Eskoriatza
Fuente: Aden
Comentários