Las energías alternativas para la calefacción se basan en fuentes de energías renovables. Lo mejor de este tipo de energías es que son energías limpias, por lo que contaminarán mucho menos que los combustibles tradicionales.
¿Qué son las energías alternativas para la calefacción?
La calefacción, actualmente, se basa en los combustibles fósiles. Como son recursos limitados, su coste suele ir aumentando, debido a su agotamiento. Esto se debe a que no se pueden regenerar a la velocidad de la vida humana.
Por dicho motivo, hemos tenido que considerar la opción de usar otro tipo de energía, una inagotable. Además de ilimitadas, las energías renovables son limpias, por lo que no contaminan, algo que sí se hace al quemar combustibles fósiles, como el petróleo, el gas o el carbón, generamos dióxido de carbono.
Dichas emisiones son responsables del calentamiento global, así como de la destrucción del propio planeta.
Es cierto que los sistemas de energía renovable aún están en fase de desarrollo. Sin embargo, hay algunos sistemas que ya nos permiten aprovechar la energía renovable como fuente para la calefacción de manera segura y eficiente.
Tipos de energías alternativas para la calefacción
Las energías renovables poseen grandes ventajas. Si ya hemos contado el beneficio de la reducción de la contaminación, la principal razón de que la gente se decante por este tipo de instalaciones es el gran ahorro que conlleva. Aunque no podamos alcanzar el autoconsumo, los sistemas de energía renovable nos permiten reducir nuestras facturas de energía.
Veamos qué tipo de energías renovables se pueden usar para la calefacción de una vivienda.
Energía solar
Gracias a la instalación de placas solares se puede aprovechar la radiación solar para diferentes aspectos.
La instalación de estas energías alternativas para la calefacción suele cubrir cerca del 50% de la demanda total de energía.
Dentro de la energía solar, existen dos tipos que podemos aprovechar para la calefacción. En primer lugar, los paneles solares fotovoltaicos nos permiten generar electricidad a través de la radiación solar. Por otro lado, los paneles térmicos calientan un fluido que se mueve por ellos gracias al calor del sol.
Energía eólica
La segunda de las fuentes de energías renovables es el viento. Gracias a aerogeneradores, se transforma la energía mecánica del viento en energía eléctrica.
Si bien estamos acostumbrados a los grandes aerogeneradores, lo cierto es que se han adaptado a nivel doméstico, gracias a la energía minieólica, con una potencia inferior a 10kW.
Biomasa
La biomasa usa recursos naturales como combustible, entre los que destacan los pellets. Su combustión no produce emisiones tóxicas.
En esta caldera se quema el combustible y genera una llama. El calor que generan en la combustión se transmite al circuito del agua dentro del intercambiador.
Geotermia
Gracias a la geotermia se aprovecha el calor presente en el núcleo terrestre. Lo malo de este tipo de sistemas es que son muy caros. Cuanto más profundo sea el agujero, más cara será la instalación.
Sin embargo, si solo se quiere para calefacción, no será necesario excavar mucho, con unos 15 metros será suficiente.
Aerotermia
Gracias a estos sistemas aprovechamos el calor presente en el aire. Las bombas de calor son de tipo aire-agua.
Las bombas de calor de aerotermia para la calefacción extraen la energía del aire del exterior o la pasan al agua del sistema de calefacción o a la sanitaria.
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